jueves, 14 de junio de 2012

Han transcurrido tan solo pocos meses desde que dimos inicio a nuestro año escolar, han sido lleno de experiencias nuevas; cada temporada interesante y diferente de otras anteriores, muchos niños manifiestan ansiedad, deseos de avanzar pronto, algunos inseguridad o quizás tensión por lo que pueden o no aprender.

Por ello debemos prepararlos y hacerles tomar en cuenta que es importante desde el comienzo que deben dar lo mejor de si, que los primeros días son decisivos para su desempeño escolar durante el año.

Debemos plantearles que estar dentro de un aula de clases es algo positivo y muy importante, debemos escuchar sus temores, dudas, intereses y expectativas con mucha atención y orientarlas respetuosamente en todo momento.

Algunas de las normas que debemos establecer para los chicos son las siguientes:

Establecer y respetar los horarios para levantarse, dormirse, alimentarse, tomar clases especiales, hacer tareas y jugar o entretenerse.
- Responsabilizarlos sobre el cuidado de sus útiles escolares, el arreglo diario de sus uniformes o ropa de escuela, así como de la solución de sus tareas escolares para evitar el desorden que es causante muchos problemas y tensiones familiares.
Supervisar bien su desayuno que es el principal alimento que les permitirá concentrarse y aprender bien durante toda la mañana.
Estar pendientes de todos los cambios posibles de conducta o actitud que puedan ser manifestaciones de algún problema no resuelto en la escuela o en su vida personal. Tener el cuenta que los problemas para ellos son tan grandes e importantes, como lo son los nuestros.


- Presentar algún signo de violencia o golpe.
- Detectar baja de calificaciones sin motivo aparente.

Ante estas señales es importante:

- Escuchar a los niños y niñas, atender a sus quejas y darles credibilidad hasta que se demuestre lo contrario.
- Hablar con maestros y directores y comentar los cambios de conducta inesperados.
- Denunciar cualquier hecho de violencia.
- Ayudarlos y orientarlos en sus requerimientos.
- Comentar con los maestros si se piensa que las tareas son excesivas.
- Estimularlos y felicitarlos ante sus éxitos y orientar sus fracasos y errores para que aprendan de ellos.

Hay que recordar que serán muchos los años que los niños estarán en la escuela y que esa debe ser una etapa de aprendizaje saludable y placentero y no de angustia y temor.